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La transparencia y el servicio público

A lo largo de 45 años de servicio público, desde el Banco de México hasta la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, uno de los temas que más he reflexionado como asunto de especial relevancia, es la forma como el servidor público debe desempeñarse con eficiencia y buenos resultados, al mismo tiempo que se acredita legalidad y transparencia en la función pública. 

Un gran maestro como lo fue don Arsenio Farel Cubillas, siendo titular de la Secretaria de la Contraloría, impuso como método para apegarse a la legalidad y a la transparencia un modelo permanente y muy exigente de auditorías.  Si bien había certeza en que se vigilaba al máximo la acción pública, a veces el servidor público dejaba de actuar o de formalizar asuntos por temor a una posible responsabilidad.

En razón de la importancia y trascendencia de muchas tareas de gobierno en las que he participado, en todo momento se ha tratado de cumplir con las metas y resultados establecidos, pero siempre cuidando la transparencia y el fácil acceso al escrutinio público. 

Fue así que como Director de Administración de CFE, al lado de un excelente equipo y de un gran hombre y servidor público como lo es el Ing. Alfredo Elias Ayub, se instrumentaron novedosos sistemas de vigilancia sobre temas de interés nacional. Por primera vez en una licitación se empleó la figura del testigo social para vigilar la transparencia y el apego a la legalidad en una licitación pública. Se tuvo siempre la guía de Transparencia Mexicana y  de otro gran mexicano: Federico Reyes Heroles. 

En el futuro inmediato se institucionalizó esta figura para otras licitaciones relevantes de la CFE y posteriormente lo hizo el propio Gobierno Federal. Asimismo se instrumentó el testimonio electrónico como una forma de dejar una huella indeleble de todos los procesos licitatorios de importancia, desde las bases hasta la contratación del proyecto. Posteriormente lo institucionalizó el Gobierno Federal.

La primera oficina de información pública que se abrió en la administración pública fue en CFE. Posteriormente el Gobierno Federal adoptó el modelo y fue importante para configurar lo que ahora es el IFAI.

Al frente de la SCT le hemos dado a la transparencia una relevancia especial desde el inicio de la administración y por instrucciones precisas del Presidente de la República, conscientes de la importancia de las inversiones y de los proyectos consecuentes. Al inicio de esta administración se tenían más de 2600 expedientes reservados o sea que no se permitía acceder a ellos. A los pocos meses solo había 14. 

Todas las licitaciones relevantes de la dependencia cuentan con testimonio electrónico que permite acceso al escrutinio público así como de cualquier instancia interesada. Se cuenta también con testigo social designado. Se han innovado además en asuntos de prioridad especial y tecnología, como es el caso de los trenes de alta velocidad y el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, nuevas figuras que apoyan la transparencia y la legalidad. Se trata del acompañamiento permanente de una empresa especializada de fama internacional o especialistas que validen las decisiones técnicas y el apego a la normatividad y la legalidad. 

De esta forma quedan pocos espacios que puedan estar sujetos a un cuestionamiento público. Quien tenga interés en ellos tiene a su disposición todos los elementos para poder evaluar y en su caso emitir una opinión. Pero lo que es difícil de negar es la voluntad manifiesta de la actual administración por transparentar al máximo los asuntos de interés público.

Hasta pronto.

Lic. Gerardo Ruiz Esparza.